Matricular a un niño en una determinada institución escolar es un acto que en la mayoría de los casos, no obedece a un análisis previo del sistema educativo que aquélla ofrece.
Muchas veces es motivado por razones circunstanciales como: «irá a la misma escuela a la que fueron su padre y su abuelo»; «es una escuela que enseña mucho inglés»; o sencillamente, es la escuela de moda entre cierto sector social; o porque es la que corresponde al barrio donde se vive.
Esto último es lo común en los usuarios de escuelas oficiales, primarias especialmente.