El grito de protesta contra la violencia machista "Ni Una Menos" ha recorrido el planeta desde que surgiera en Argentina en 2015, tras el feminicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su pareja. Este acto de violencia extrema no solo conmocionó a la sociedad argentina, sino que encendió una chispa de lucha global contra los feminicidios y las violencias contra las mujeres.
A nivel mundial, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia machista al menos una vez en su vida, según ONU Mujeres.
¿Qué es la violencia física?
La violencia física es la manifestación más visible de la violencia machista. Golpes, empujones, patadas, cuchilladas, puñetazos, quemaduras, pellizcos, arrancar el cabello, mordiscos y otras agresiones físicas son expresiones de este tipo de violencia, que busca causar el mayor daño físico posible sobre la víctima.
Y, dentro de este tipo de violencia machista, el feminicidio o asesinato es su manifestación más extrema y cruda, un acto que refleja las profundas desigualdades de género y la percepción que tienen los agresores de que las mujeres son de su propiedad. Este tipo de violencia no solo destruye vidas, sino que perpetúa un sistema de dominación patriarcal que busca despojar a las mujeres de su autonomía y dignidad.
América Latina lidera las estadísticas de feminicidios, con una mujer asesinada cada dos horas, según la Cepal. Países como Honduras, República Dominicana o El Salvador son algunos de los más afectados. En México once mujeres son asesinadas cada día.
Mujeres como Karina del Pozo en Ecuador, Gabriela Alcaíno en Chile o las niñas y mujeres de Ciudad Juárez en México dejaron una marca imborrable en sus comunidades y se convirtieron en el impulso para la creación de leyes que buscan sancionar estos crímenes y fortalecer la lucha contra la violencia machista.
En España, las cifras también son alarmantes: 40 mujeres han sido asesinadas en lo que va de 2024, y 1.285 desde 2003. Esto significa que, de media, cada semana, una mujer pierde la vida a manos de su pareja o expareja.
Además, los crímenes machistas han dejado a 463 niñas y niños huérfanos desde 2013, año en el que empezaron a contabilizarse los menores como víctimas directas de la violencia de género.