La merienda es un tiempo de comida importante en el día de un niño en etapa escolar, debe abarcar al menos entre el 15% y 18% de las necesidades nutricionales según su edad, estatura, si sufre de algún padecimiento o no; muchas veces el desayuno y las meriendas suelen ser los tiempos de comida a las que menos atención se les presta en cuanto a calidad nutricional, siendo éstas las más importantes.
El especialista Francisco Herrera Morales, nutricionista de Productos Nevada, mencionó que “Una merienda saludable no requiere una planificación compleja. Lo que sí debemos tener en cuenta es ofrecer alimentos variados y en cantidades adecuadas. Lo recomendable es hacer que estas comidas sean atractivas para los niños, con colores y sabores agradables para ellos sin perder el valor nutricional”.
Una de las barreras a las que se enfrentan los padres a la hora de organizar la merienda es el poco tiempo y la falta de ideas creativas.
“Es primordial contar con variedad de frutas, pan integral para emparedados que contengan proteína (huevo, queso, etc.) y vegetales, también pueden colocarles jugos de frutas bajos en azúcar y el agua no puede faltar, es indispensable para mantenerlos hidratados durante la jornada escolar”, comentó el especialista.
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Los periodos de clases requieren que el estudiante este pendiente, participativo y logre aprender, enviarlo con una merienda poco nutritiva puede causar falta de concentración, fatiga y otras condiciones que pueden afectar su proceso de aprendizaje.
Es importante ser creativos y sacar unos 15 minutos al día para crear loncheras divertidas.
El nutricionista brindó algunas recomendaciones para meriendas deliciosas y nutritivas:
- Ositos de frutas: Utiliza rodajas de kiwi para formar el cuerpo del animalito, una rodaja de naranja para su rostro y trocitos de piña o mango para las patas. Sus ojos estarán representados por arándanos y una sonrisa radiante se forma con las semillas de granada. Contienen vitamina C, antioxidantes y betacarotenos que se convierten en vitamina A en el cuerpo, lo que contribuye al fortalecimiento del sistema inmunitario y mejora la salud visual.
- Brochetas de fruta y queso: Este snack es exquisito y muy práctico de preparar. Las brochetas se componen de uvas verdes, fresas cortadas por la mitad y cubos de queso. Puedes acompañarlas con una salsa de yogur, crema agria, miel y canela. El queso aporta proteína, calcio, fósforo y vitaminas A y del complejo B, mientras que las uvas y las fresas añaden vitamina C como un potente antioxidante.
- Sándwich de fruta y mantequilla de maní: Se trata de una merienda en la que las manzanas verdes y rojas sustituyen al pan. El centro del sándwich es la mantequilla de maní, adornada con granola o miniaturas de chocolate con cobertura de colores.
- Rollitos de jamón y aguacate: Se trata de una merienda en la que aplastaremos el pan integral, agregaremos líneas de jamón y aguacate, enrollo y cortamos rodajas como si fuera sushi.
Acompaña las loncheras con jugo de fruta 100% natural, leche de alta calidad y agua fresca. Que el regreso a clases no sea una odisea, organizarse con tiempo ayudará a preparar meriendas más balanceadas y alimentar mucho mejor a los niños en este periodo escolar.