DECLARACION DE JOSÉ RAÚL MULINO
Panamá, 26 de octubre de 2015
Ante los acontecimientos acaecidos, yo, José Raúl Mulino, ciudadano panameño con cédula 4-132-245, abogado de profesión, padre de familia y hombre comprometido con las mejores tradiciones democráticas de mi país, declaro que:
Desde el jueves 22 de octubre pasado he comparecido ante el Ministerio Público, en cumplimiento de una convocatoria realizada por la Fiscalía Tercera Anticorrupción, para indagarme sobre los contratos realizados entre los Estados de Panamá e Italia, para la compra de 18 radares, con el propósito de fortalecer la lucha del país contra el crimen organizado.
Y he acudido porque como exministro de Seguridad Pública en el periodo 2010-2014 cumplí mi misión con honradez y satisfecho de los logros en ese periodo, que como hemos podido comprobar, se tradujeron en una tendencia a la baja de los delitos cometidos por la delincuencia contra la sociedad panameña.
Debo decir que recibí la citación de la Fiscalía Tercera sin sorpresa alguna, porque desde 2011, a través de medios de comunicación desafectos al gobierno en el que serví, nuestra labor fue objeto de ataques e invenciones que han querido demostrar sin éxito. Cuando el pasado jueves fui convocado a esta indagatoria, había pasado un año, dos meses y 22 días, tiempo suficiente como para conocer de parte de esta instancia administradora de justicia una exposición, al menos coherente, pero debo informar a la opinión pública que al contrario, los prolongados interrogatorios han reflejado un intento inútil por construir un caso a partir de premisas falsas.
Y es una construcción inútil, porque no se puede acusar de peculado a quien lo único que ha hecho ha sido cumplir con directrices de Estado, emanadas de un Consejo de Gabinete donde fueron presentados los contratos en mención, y del que hacía parte como Canciller, el actual presidente de la República. Fue Juan Carlos Varela quien lideró la iniciativa como Canciller, tal y como le correspondía. Fue en el Ministerio de Economía y Finanzas, que en 2010 tenía como titulares a Alberto Vallarino y Dulcidio de la Guardia, donde se estructuró la deuda, junto con entidades financieras internacionales y bufetes locales de gran prestigio. Por lo conocido en ese instante, nada irregular se escondía detrás de la negociación, por lo cual, cuando un conocido diario de la localidad desplegó sospechas sobre el acto, defendí hasta en la Asamblea Nacional lo negociado. Si algo ocurrió al margen de ese ejercicio, yo José Raúl Mulino, no puedo aportar elemento alguno porque no hice parte de semejantes señalamientos.
En razón de lo anterior, hasta el 30 de junio de 2014 cuando ocupé la cartera de Ministro de Seguridad Pública, hice cumplir lo pactado en el Acuerdo que por la parte Italiana ha tenido como contraparte a la empresa Finmecanica, a través de Selex en el caso de los radares. Dije a los medios de comunicación el pasado jueves que mi comparecencia ante la Fiscalía Tercera era una excelente oportunidad para decir la verdad sin que mediaran interpretaciones caprichosas y medias verdades, que se tradujeron en líneas editoriales que más allá de la información han sido verdaderas campañas tergiversadoras de la forma como fueron negociados los acuerdos con Italia. De hecho, en el último año, esas campañas han constituido un verdadero patíbulo donde informaciones inexactas han vendido ante la ciudadanía la especie de que todos los que integramos en el pasado gobierno somos una banda de delincuentes. Como se sabe bien en el país esa afirmación no corresponde a la realidad y asumo, pese a todo, la defensa de esos miles de funcionarios que entre 2009 y 2014 entregaron sus esfuerzos al país de manera honrada, y por lo cual quiero denunciar lo siguiente:
1- Que el Ministerio Público ha pretendido construir un proceso a partir de premisas no ciertas tratando de vincularme como Ministro firmante en debida forma de este contrato con el resultado del mismo de acuerdo a sus interpretaciones, lo que equivale a catalogarme en la absurda posición de "garante" del contratista, precedente funesto de insistir en él.
2- Si la acusación de peculado se establece a partir de los pagos que como titular de Seguridad Publica debí garantizar a Finmecanica, cómo tipifica el pago en agosto de 2014 realizado por el actual ministro Rodolfo Aguilera Franceschi a la misma empresa en concepto de pago por los compromisos que yo suscribí, repitiendo la misma acción que en enero de este año hicieron con la señalada empresa Cobranzas del Istmo?
3- ¿Por qué tanto el gobierno del presidente Varela como el Ministerio Publico persisten en indicar que los contratos firmados con Finmecanica son temas corportativos, y comerciales, cuando en realidad desde su génesis hasta su desarrollo fueron realizados de Estado a Estado, como lo admitió en un reciente reportaje el propio periódico La Prensa y que yo he insistido de manera sistemática.
4- ¿En qué administración los titulares firmantes de contratos como los sostenidos con Finmencanica en una acción de dos Estados son garantes de los contra tiempos o problemas surgidos en la ejecución de los mismos? ¿No sería acaso una injusticia y un absurdo achacarle a la administración del Canal los recientes problemas que han prolongado los trabajos de ampliación de la vía canalera? ¿No se trata de la misma situación?
5- - No es jurídico el trasfondo de estos hechos, es político. Más allá de la recuperación de los dineros mal habidos, que yo en lo particular estimo correcto porque quien le falta al país y a su sociedad debe responder por ello, la administración del presidente Varela construye un proceso destinado a escarmentar a sus opositores políticos. No se trata de justicia Señor Presidente, es su venganza personal, que señala errores y faltas, pero que ignora toda la obra realizada en el quinquenio pasado. Tarde temprano, la ciudadanía que ahora ve con reticencia estas acciones concluirá, como nosotros, que esta situación constituye, literalmente, una infamia.
Hoy, presidente Juan Carlos Varela, usted se podrá sentir satisfecho de su felonía y engrosado su apetito de venganza al colocarme las esposas que por su orden me llevan injustamente al cautiverio. Mírelas bien, nada más le pido! Tal cual lo he hecho en el último año, sabré encarar sus acusaciones; usted sabe, como lo sabe este país, que José Raúl Mulino es un hombre digno y honesto, que sabrá demostrar la verdad por encima de las acusaciones que se me endilgan. Tenga la seguridad, como la tiene este país que siempre hay una hora para la verdad.
José Raúl Mulino Q. 4-132-245