En medio del sepelio de Norma Edith Arancibia, de 75 años, Norma Cerrud de 45 y Ericka Chanis de 4, tres mujeres que murieron a manos de quien era para ellas, nieto, hijo y hermano, una mujer vestida de negro confesó que no quiere ser la nueva Norma Cerrud.
¿Cómo? ¿Por qué?
Y es que lo que está viviendo Celestina Moya, de 46 años, es muy similar a lo que les sucedió a Norma Arancibia, Norma Cerrud y Ericka Chanis, pues su hijo al igual que Oscar Augusto Cerrud, quien asesinó a su familia, también consume drogas.
Ella compartió con día a día sus días de zozobra.
Celestina es trabajadora manual en una escuela
"Yo tengo un hijo de 25 años internado en Santiago, Veraguas, en una fundación y en varias ocasiones me ha amenazado que me va a matar, que me va a quemar a mi y a la bebé dentro de la casa. Yo le dije que tanto que quiere a la hermanita y también la iba a matar. Luego dijo que no la iba a matar, nada más la iba a dejar huérfana", contó Moya.
La preocupación de esta mujer radica en que ha tocado todas las puertas y se siente impotente, ya que no quiere ser una estadística más, como en el caso de la profesora Norma Cerrud, quien buscó toda la ayuda para su hijo y no lo logró.
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"Me duele y me pongo en el lugar de ella, porque también tengo una niña de tres años que ha sido amenazada, por eso le pido al Gobierno que pongamos atención a estos casos y que no esperen que suceda lo que le sucedió a Norma Arancibia, Norma Cerrud y Ericka Chanis", destacó Moya.
La preocupada mujer cuestiona de qué le sirve un papel si eso no la va a proteger, pues su hijo ha intentado pegarle, pero gracias a Dios en ese momento un sobrino ha evitado que suceda una desgracia.
Celestina teme por su vida y la de su hija
Agregó que su hijo necesita sus medicamentos, por eso pide al Gobierno y a la sociedad se pongan la mano en el corazón, porque este es un problema de todos, ya no queremos más madres, abuelas, ni más ángelitos muertas, porque unos cuatro se están beneficiando por la venta de las drogas.