El momento más esperado para el panameño Mariano Rivera llegó ayer, cuando le lanzó a dos compañeros en una práctica de bateo, por primera vez desde que se operó la rodilla derecha en 2012.
Me sentí muy bien. Estoy emocionado, dijo Rivera a nj.com. No estaba tan nervioso. Creo que estar nervioso era normal. La emoción de estar allí, sentir el montículo y ver a los bateadores, fue genial. Una vez más estoy emocionado, agregó.
Rivera hizo 20 lanzamientos y enfrentó a dos bateadores.