A fin de buscar unos dólares de manera honrada para comprarles los útiles de la escuela a sus hermanos y sobrinos, un grupo de jóvenes de Guna Yala se mantiene en los semáforos haciendo trucos y malabares para los conductores de La Chorrera.
Manuel Luther dice que hace de todo un poco para que las personas que los observan les den algo de dinero y así seguir adelante.