La noche de este sábado fue mágica para Yeritza Miranda y su hija Elizabeth, a quien los médicos solo le daban cinco años. Ni el chaparrón que cayó esa noche dañó la celebración de las 15 primaveras de Elizabeth.
Los 15 años son la edad soñada por todas las niñas. Es así como Elizabeth, a pesar de tener hidrocefalia, parálisis cerebral y el cuerpo de una nena de cinco años lo sabía, se notaba en su gran sonrisa.
Yertiza es mamá soltera
Pastel, anillo, zapatos, flores, un lindo vestido y mucha comida hubo en la humilde fiesta, donde no faltó ningún detalle, todo fue perfecto. El escenario de tan espectacular evento fue la iglesia Caminos de Santidad, en el Valle de Urracá, San Miguelito.
El momento más emocionante se dio cuando Yeritza tomó a su hija en brazos y juntas bailaron el vals.
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"Y pensar que te cargaba en mis brazos el día de ayer, tan rápido ya 15 años no puede ser, recordar toda la alegría que me has traído.
Y mirar en el ser hermoso que te has convertido, como si de arriba me dieron demasiado", de la agrupación Tercer Cielo, hizo que Yeritza y su hija pareciera que estuvieran sobre una nube.
Los médicos solo le daban cinco años de vida a Elizabeth
Solo Yeritza sabe que el Señor le ha dado demasiado, porque la expectativa de Elizabetn solo eran cinco años, pero hoy ya tiene quince.
En el embarazo le dio toxoplasmosis que le calcificó el cerebro a su bebé. También sufrió placenta previa, hemorragia los seis primeros meses e infección perinatal, porque botó el líquido amniótico.
La familia estab feliz por los quince años de Elizabeth
Al principio fue muy duro para ella, porque no lo aceptaba: "en mi ignorancia decía Dios mi porqué a mí, pero después me di cuenta que me escogió para darme este ángel que es una guerrera".
Yeritza le quiso hacer los 15 años, porque ella se merece lo mejor.
"Si ella caminara, hablara, ella se mantuviera jugando, ya que ella no puede, yo lo hago por ella y el vinculo para que sea feliz soy yo", comentó.
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Y es que para su mamá su hija no tiene limitaciones, porque lo único que Dios no le ha dado es caminar y hablar, pero todos sus sentidos los tiene desarrollados.
Ella me conoce, por eso quiero vivir todos los días de Elizabeth como si fuera el último, afirmó Yeritza, quien ha luchado estos 15 años con su nena, pues su papá como dicen en buen panameño "se pintó de colores".